En 2002 Mauricio Macri recibió un consejo de Eduardo Duhalde que aún recuerda demasiado.
Estaba en plenos preparativos para su candidatura a jefe de gobierno porteño. Duhalde, que entonces era presidente, lo llamó y le sugirió: "Mauricio, si no arreglás con el peronismo, se te pasa la oportunidad de ganar". El entonces presidente de Boca no le hizo caso y terminó perdiendo la segunda vuelta contra Aníbal Ibarra.
Pasaron cinco años hasta que Macri logró llegar al poder.El jefe de gobierno porteño no suele lamentarse por cosas del pasado. Pero en privado admite que aquella vez se equivocó por no acordar con el sindicalista Víctor Santa María. La experiencia, sin embargo, le vuelve a la cabeza en estos tiempos: prepara en reserva pero con dedicación su proyecto político para 2011.
Macri tuvo contactos con dirigentes del PJ, muchos de ellos gobernadores. Está convencido de que para llegar al 2011 el PRO deberá sumar parte del peronismo, además del sector del PJ disidente que lidera Francisco de Narváez.
Macri siempre estuvo en el imaginario peronista como un posible candidato presidencial. Lo sabe. Le consta. El primero que empezó a hablar del empresario fue Carlos Menem, después Duhalde y ahora algunos hombres del PJ en reuniones reservadas. Con el triunfo sobre Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires, ya decidió jugar en 2011. Pero necesita ampliar su base de poder político.
Días después del triunfo del domingo 28 de junio empezó a definir los equipos que trabajarán con él y sus hombres de confianza, en los planes de gobierno. El economista Carlos Melconián podría ser el jefe de esos equipos. Hubo algunas reuniones informales con técnicos y también se acordó con De Narváez trabajar en conjunto.
De Narváez tiene ya armados sus equipos para su próximo plan: ser candidato a gobernador de Buenos Aires.
Macri sabe además que para seducir al PJ tiene que vencer el encanto que produce en el peronismo la posible candidatura de Carlos Reutemann. Pero Reutemann no quiere que le hablen de candidaturas. Después de su triunfo se encerró en su campo de Santa Fe. Sólo esta semana hizo su reaparición pública en la reunión con las entidades agropecuarias. No dijo mucho y no habla de 2011. Por eso, algunas fuentes de primer nivel del PJ vuelven a dudar sobre la convicción real del ex piloto de competir esta vez. Esperan alguna señal.
La misma noche del 28 fueron varios los gobernadores que hablaron con Macri: Mario das Neves (Chubut), Jorge Capitanich (Chaco), Juan Manuel Urtubey (Salta), y José Luis Gioja (San Juan) entre otros. Si bien fueron charlas informales y telefónicas, lo cierto es que el jefe de gobierno porteño cultiva hace más de un año la relación con varios hombres del peronismo.
Con Das Neves es con quien más relación tiene, pero el gobernador de Chubut ya se lanzó a la carrera presidencial. Por fuera del PJ oficial Macri tiene a su amigo misionero Ramón Puerta y el ex gobernador salteño, Juan Carlos Romero. Con el gobernador de Córdoba, Juan Carlos Schiaretti, también mantuvo una conversación telefónica.
Hace tres años, Macri visitó la provincia de San Juan. El gobernador Gioja lo invitó a cenar a su residencia. Compartieron una comida sin compromiso político alguno. Pero al otro día, Néstor Kirchner, que en ese momento era presidente, llamó a Gioja. "La plata del plan de viviendas que me pediste, ahora andá a pedírsela a tu amigo Macri", le habría dicho, medio en broma medio en serio. Por esa razón, Macri y sus operadores no revelan los contactos que mantienen con dirigentes del PJ y que, se reactivaron después del triunfo electoral. No quieren complicar la gestión de los gobernadores y además las conversaciones recién empiezan.
A Macri no le gusta hablar de su carrera presidencial en público. Lo da como un hecho y una consecuencia de su carrera política. Ni siquiera en privado piensa en una reelección en la Ciudad. Sólo el círculo íntimo habló en forma informal sobre que Gabriela Michetti podría ser su sucesora. La diputada electa no habla del tema y Macri en privado dice: "Ahora Gaby va tener un arduo trabajo en Diputados. No hablamos de otra cosa que no sea eso".
El acuerdo más concreto que Macri tiene por ahora es con De Narváez. Son amigos hace años pero además aliados políticos. Después de los festejos del 28 de junio volvieron a hablar de los proyectos futuros. Macri no hace caso a los rumores sobre la hipótesis de que De Narváez podría buscar ser candidato presidencial, pese a que se lo impide la Constitución. "A ese círculo rojo en el que giran los típicos rumores políticos no les doy bola. Sé lo que hablamos entre nosotros. Sánchez, no te enganches", suele decir Macri en privado.
Lo sorprendió el discurso que dio De Narváez la noche del 28 de junio, en el que "El Colorado" lo destacó y le reconoció un lugar importante. Para el jefe de gobierno porteño esa noche quedó sellada esa alianza. De Narváez dice que si bien su prioridad es apoyar a Macri para 2011, el candidato debería resultar de una interna.
Con Felipe Solá la situación es distinta. Macri lo valora en público pero en sus oficinas porteñas ante uno de sus funcionarios de confianza dijo en los últimos días: "Felipe mismo reconoce en público, lo dice él no yo: él está en el segundo pelotón". Macri ni se imagina ir a una elección interna con Solá, más bien cree que con su experiencia de ex gobernador bonaerense puede llegar a un eventual gabinete.
Pero Macri detesta la futurología política. Por su formación de ingeniero y empresario, con sólo nueve años en política, no construye en términos tradicionales. Su obsesión ahora es la gestión. Dice que dedica sólo el 10 por ciento de su tiempo a la construcción para 2011.
En 2002 Macri había tenido la posibilidad de ser candidato a presidente con el apoyo del PJ. Eduardo Duhalde, que ya había fracasado en su intento por convencer a Reutemann, lo invitó a cenar en la residencia de Olivos. En esa comida le propuso ser candidato. Macri cuenta la anécdota en privado. "No Eduardo. Te agradezco", le contestó. Macri recién empezaba a pensar en política, quería primero ser jefe de gobierno porteño y tenía que convencer a su familia, sobre todo a sus tres hijos.
Hace más de dos años que Macri no se ve con Duhalde para hablar de política. La última foto pública se la sacaron durante un partido Boca-Banfield en 2004. Se volvieron a ver pero sin testigos. Macri cree que Duhalde puede ayudar y aportar. Lo elogia en público y en privado. Los allegados a Duhalde dicen que aún no definió a quien apostará para 2011: Reutemann o Macri.
El jefe de gobierno porteño igual avanza en la construcción personal. "Si esto no cambia, nos estrellamos", dijo en las ultimas horas, hablando del rumbo del Gobierno. En las próximas horas se verá cara a cara con la Presidenta.
Fuente: Clarín.com
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lunes, 20 de julio de 2009
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