Argentina: se derrumban los pilares que sostienen al kirchnerismo

miércoles, 29 de julio de 2009

El kirchnerismo ha perdido en dos años (2007-2009) mucho del poder que fue acumulando entre 2003 y 2007. Néstor y Cristina Kirchner están heridos tras su derrota en las elecciones legisltivas del 28 de junio, tienen a la CGT dividida, a los gobernadores pidiendo más peso en las decisiones y al Partido Justicialista sin liderazgo claro.


Además, han nacido liderazgos emergentes como el de Carlos Reutemann y Mauricio Macri. Incluso, una parte de la oposición cree haber encontrado en Julio Cobos a un buen candidato para derrotar al oficialismo en 2011.




Los gobernadores con derecho de veto

Los Kirchner acrecentaron su poder apoyados en un Estado central rico del que dependían unas provincias (y unos gobernadores) pobres y endeudadas.

Las provincias siguen igual pero el Estado es ya menos boyante y la pareja presidencial es mucho más débil tras la derrota de 2008 ante las protestas del campo y la electoral del 28 de junio pasado.
Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires y número dos en la candidatura de Néstor Kirchner en las elecciones legislativas, ha pasado de ser el más importante aliado del kirchnerismo a empezar a evidenciar claros signos de alejamiento. Se ha mostrado muy receptivo a las reclamaciones del campo e incluso de opositores al kirchnerismo.
La derrota de los Kirchner ha dado más peso e influencia a los gobernadores peronistas. Casi todos ellos ganaron en sus provincias en junio y ahora han reclamado y han conseguido que el gobierno de Cristina Kirchner les reciba en la Casa Rosada y atienda sus peticiones de compartir poder.

El poder sindical resquebrajado

Néstor Kirchner encontró en la CGT un buen aliado para mantener la paz social y la unidad sindical bajo el liderazgo de Hugo Moyano. Esa unidad, más aparente que real, se ha visto muy dañada cuando los viejos caciques sindicales (conocidos como "Los Gordos") se han sublevado y han puesto límites al control sindical de Moyano.
La propia Cristina Kirchner ha intervenido para hacer la paz entre las partes y lo ha logrado. Moyano ha debido renunciar a una parte de su poder y autonomía en la CGT. Pero se presupone que será una paz corta. Ambas partes han firmado una tregua para rearmarse y reiniciar más pronto que tarde la guerra.


El peronismo desnortado (perdió en norte)
El kirchnerismo se apoyó en sus seis primeros años en un Partido Justicialista debilitado que no pudo oponerse a que los Kirchner asumieran el pleno control en 2008.
La dimisión de Néstor Kirchner tras la derrota electoral del 28 de junio y el poco consenso que tiene Daniel Scioli, su sustituto, han colocado al Partido Justicialista en un peligroso compas de espera.
Todo indica que Scioli acabará llamando al consejo nacional justicialista para que designe una mesa de conducción. La situación interna es muy delicada como aseguraba recientemente Carlos Reutemann: "el peronismo es un terremoto".
El peronismo busca un nuevo líder y deberá decidir en el futuro que papel juegan varios personajes, opuestos a los Kirchner. el primero el propio Reutemann quien tras su ajustada victoria en Santa Fe se ha convertido en un referente y posible candidato presidencial. Otras figuras a tener en cuenta son Francisco de Narváez y Felipe Solá líderes del peronismo disidente.
De Narváez y Solá tienen un importante caudal de votos pero Néstor Kirchner no desea ni verlos: "ni Mauricio Macri ni Francisco de Narváez pueden formar parte del justicialismo, porque es una fuerza progresista que no tiene nada que ver con la ultraderecha o la derecha neoliberal".
Néstor Kirchner aún mantiene cuotas de poder e influencia en el peronismo oficialista y buscará mantener ese poder durante los próximos meses, decisivos de cara a las elecciones presidenciales de 2011.

Otro de los pilares en los que se sostuvo el poder del kirchnerismo fue en la ausencia de una oposición fuerte y cohesionada. En la actualidad sigue sin estar unida pero la derrota del kirchnerismo en junio le ha insuflado esperanzas.
La oposición aún no ha encontrado un líder que la aglutine. Se están formando dos bloques claramente diferenciados. A la izquierda una coalición (Acuerdo Cívico y Social) formada por la UCR, el Partido Socialista y los seguidores de Elisa Carrió. Esta coalición tiene claro que posee en el liderazgo del vicepresidente Julio Cobos una carta ganadora para las presidenciales de 2011. Pero la figura de Cobos choca con el rechazo frontal de Elisa Carrió, que no perdona al actual vicepresidente su apoyo a los Kirchner en 2007.

A la derecha del kirchnerismo, el peronismo disidente (Francisco de Narváez y Felipe Solá) y el partido de Mauricio Macri, el PRO, están a la espera de lo que ocurra en el PJ. Si el kirchnerismo sigue controlando el partido el desembarco es imposible y la única posibilidad sería formar una alternativa al oficialismo en torno a Macri. Pero muchos peronistas ven con buenos ojos una futura alianza que entierre al kirchnerismo.

Fuente: Infolatam

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1 comentarios:

raúl dijo...

los kirchner están totalmente chapita, que se las tomennnnnn