Tras la derrota electoral del 28 de junio pasado que sufrió el oficialismo, la operación de Néstor Kirchner para reconstruir el poder comenzó al día siguiente de los comicios. Apoyando la gestión de su esposa Cristina Fernández, el ex mandatario desplegó una fuerte campaña para recuperar protagonismo y poder político con la puesta en debate de una serie de proyectos de ley. 
Desde ese día, hasta hoy, el kirchnerismo enfrentó cuatro duras batallas en las que salió triunfante en el Congreso. Así fue como logró que se aprobaran, entre el 20 y el 21 de agosto pasado la Ley de Facultades Delegadas, la Modificación de las Retenciones y la Ley de Superpoderes, y el 10 del corriente, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En este último caso, y como un paso previo a su aprobación final, el Gobierno anuló el contrato para la televisación del fútbol entre la AFA y el Grupo "Clarín", la empresa periodística a quien Kirchner considera enemiga del Gobierno y de la gobernabilidad.
La batalla política seguirá con el proyecto de Ley de Reforma Política y con la modificación de la Ley de Entidades Financieras.
Hay un punto en común entre los pasos que se han dado en el caso del deporte y de los medios y los que se darían en el manejo de la política y la actividad financiera: en los cuatro casos se trata de avances del Estado contra estas actividades, los que combinan una mayor regulación, con la aplicación de lo que el diputado del Peronismo Federal Felipe Solá denomina "la dictadura de la caja". Es decir, la imposición de la voluntad oficial a través del manejo de los recursos públicos.
En el caso concreto de la Ley de Reforma Política, lo que trasciende hasta ahora del proyecto "K" es que se establecería que el financiamiento del funcionamiento de los partidos como el de las campañas electorales dependería del Estado, total o parcialmente.
Además, se establecería un sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias para elegir a los candidatos a cargos electivos nacionales. Así lo confirmó el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Hoy, sólo una parte reducida del gasto político está financiado con recursos públicos y el resto por recursos privados, aunque en los hechos el uso del dinero del Estado, juega un rol importante a través del gasto social, la obra pública y los subsidios. Esto permitiría al Gobierno tener una marcada influencia tanto en las internas para elegir candidatos para la elección de 2011, como sobre las campañas electorales.
El jefe de la bancada "K" Agustín Rossi, aseguró que es un buen momento para que se analice el proyecto, "teniendo en cuenta que falta mucho tiempo para las elecciones presidenciales y nadie podrá pensar que es para beneficio del algún candidato", dijo. Cada uno tiene sus prioridades y la del kirchnerismo no es, evidentemente, el bien común.
Pero todas son especulaciones, porque los verdaderos contenidos de la iniciativa se conocerán el miércoles. El propio Randazzo anunció que el Gobierno enviará esta semana al Congreso el proyecto.
La presentación oficial estará a cargo de la Presidenta de la Nación, durante un acto que se realizará ese día en la Casa Rosada, lo que marcaría el cierre del paquete de leyes que el matrimonio presidencial buscó aprobar luego del traspié electoral de junio y antes de la renovación del Congreso en diciembre.
Fuente: Télam
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