Con los números a la vista, el oficialista FpV/PJ alcanza la cifra pura de 18 senadores en un cuerpo de 46. Voceros de la bancada aseguran que el senador electo por la lista del FpV -en 2007- hoy vinculado al ConFe, Carlos Ferreyra, seguirá en el bloque, pero sólo ellos creen esta afirmación, aunque parece estar a gusto con el juego y demora definiciones.
También el bloque del Gobierno considera hoy como una aliada incondicional a Viviana Arcidiácono, la senadora de la tercera que aportó la lista de Unión PRO en las legislativas de 2007 y que luego mutó su posición tras la intervención partidaria en la provincia. Esta legisladora se ha mostrado muy cercana al bloque que conduce Osvaldo Goicoechea en este último tiempo.
Tampoco se descarta, en el oficialismo, la posibilidad que se logre algún grado de entendimiento con el denarvaísta independiente José Nieto, hoy titular del monobloque de UCyB.
Los representantes del ACyS, en sus cuatro patas -a saber GEN, UCR, ARI y ConFe-, no parecen estar dispuestos a mostrarse como los poderosos de este ámbito. La responsabilidad parece haberles llegado demasiado pronto e inesperadamente. El número puro de esta expresión electoral es también 18.
El esbozo de una “negociación total” donde aristas fundadores y radicales de vieja data, rebeldes y circunstanciales aliados del oficialismo debían definir un frente de negociación único hizo estallar el precario equilibrio electoral.
Más allá de las expresiones públicas de buscar la posibilidad de conformar un bloque único, la realidad política parece indicar que eso costará más de lo pensado para Unión PRO, con sus tres referencias políticas.
Los seguidores del Ing. Mauricio Macri, Francisco De Narváez y del Ing. Felipe Solá también dejaron atrás la etapa electoral e ingresaron rápidamente a la política, donde las cargas parecen invertirse.
Mientras Macri y De Narváez ajustaron al ex gobernador Felipe Solá en los tiempos de campaña, éste empieza a cobrarse algunas cuentas políticas. En la Cámara alta provincial Solá puede encontrar a ex integrantes de su gabinete que pueden sumarse a su tropa, como es el caso de Ricardo Bozzani, hasta hoy integrante de la bancada del FpV/PJ.
Ciertas definiciones que circulan por los pasillos legislativos, tales como que De Narváez “cobrará” en Senado y Macri en Diputados, es decir que hombres de su espacio ocuparían los principales cargos, no hace más que ensanchar la figura de “interlocutor indispensable”, para el oficialismo, de Felipe Solá.
Ante este panorama el oficialismo perece decidido a ir en búsqueda del necesario equilibrio evitando los extremos de los grandes espacios políticos electorales con identidad propia más allá del sello electoral último.
Por un lado, extiende su mano a los felipistas vía Julio Salemme, electo en las pasadas elecciones como senador de Unión Pro y actual integrante de la bancada del FpV/PJ, y llega hasta tantear la independencia de algunos denarvaístas y macristas.
Por el otro, privilegia el diálogo con la UCR en pos de la “gobernabilidad” y mete presión en el precario acuerdo opositor. En definitiva, el número que se busca es 24, el del quórum, y una vía para los dos tercios llegado el momento. En principio, estamos hablando de unos seis senadores.
Actualmente dos de las tres vicepresidencias son ocupadas por oficialistas y la restante por la CC; las dos secretarías y sus prosecreatrías son también hombres del oficialismo.
Los opositores no pelearán por la presidencia, pero sí está en juego la Vicepresidencia I, II y III junto a las dos prosecretarias ya que se descuenta que las secretarías quedaran para el presidente del Cuerpo.
Notas Relacionadas:
0 comentarios:
Publicar un comentario