El Gobierno rechazó la renuncia del presidente del Banco Central. Julio Cobos piensa qué le conviene mientras la UCR lo presiona para que la comisión no se pronuncie. Carrió quiere una carambola contra Cobos y el Gobierno.
El martes es el día D. Julio Cobos y Alfonso Prat Gay definirán ese día si la Comisión Bicameral debe o no emitir su consejo no vinculante a la Presidenta sobre el alejamiento de Martín Redrado del Banco Central.
La ampulosa renuncia del economista activó los dilemas de la oposición que todavía no definió cómo diferenciarse a la vez de Redrado y del Gobierno.
El oficialista Gustavo Marconato ya presentó su dictamen y se descuenta que pedirá que los dos opositores se expidan. Mientras tanto, el vicepresidente y el titular de la Comisión de Finanzas siguen trabajando sobre sus dictámenes como si la renuncia de Redrado al Banco Central no hubiese existido.
La oposición se debate entre quienes creen que la comisión debe pronunciarse y quienes sostienen que ya quedó abstracto el planteo con la renuncia de Martín Redrado. La decisión final está en manos de Cobos y Prat Gay, que vienen recibiendo presiones cruzadas de los radicales y de la Coalición Cívica.
Desde la UCR, insistieron en que ya no es necesario un pronunciamiento del Congreso, un planteo al que los cobistas no adhirieron hasta ahora. La líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, consideró que sí tiene que haber un pronunciamiento, lo que condiciona a Prat Gay si decidiera plantear lo contrario. La disputa con vistas al 2011 alimenta las especulaciones de Carrió para incomodar aún más al vicepresidente.
Tras la renuncia de Redrado en prime time televisivo del viernes, el Gobierno confirmó que le rechazará la renuncia y que espera el consejo no vinculante de la Comisión Bicameral para poder completar el trámite y removerlo de su cargo. “Hay un compromiso de que el martes estará el consejo y no se puede obviar”, ratificó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Ante esto, los distintos espacios de la oposición salieron con discursos encontrados sobre lo que debería ocurrir en el Congreso. Para Carrió, “igualmente se tiene que reunir la Bicameral para que se pueda dar cuenta del atropello” del gobierno nacional. La titular de la CC fue muy elogiosa con el discurso de Redrado, que mostró una profusión de términos como “republicano”, “instituciones” y “avasallar”, muy en sintonía con el discurso cívico.
En cambio, el presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, estimó que “ya no tiene sentido” que se pronuncie la Bicameral, pero que podría preparar “un informe”. Y consideró que la decisión del Gobierno de no aceptarle la renuncia a Redrado era “una chiquilinada” y que intentaba demostrar “una autoridad inexistente”. En la misma dirección, opinó ayer el diputado Ricardo Alfonsín. “La especulación sobre este tema ha llevado a asumir posiciones absurdas como pretender que se expida una comisión sobre algo que ya está resuelto”, sostuvo el dirigente radical y estimó que, en lugar de continuar con el proceso a Redrado, “el Parlamento en su conjunto ahora debe asumir su rol de contralor investigando las tardías acusaciones cruzadas entre Redrado y el Poder Ejecutivo”.
El renunciante presidente del Central había amenazado con difundir una lista de “amigos del poder” que habrían especulado con la compra millonaria de dólares. El Gobierno lo denunció judicialmente por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Rápidamente, por consejo de sus abogados, el ex Golden Boy dijo que nunca había dicho eso. Sin embargo, la causa sigue abierta.
El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, reclamó “que le acepten la renuncia y se pongan a trabajar para la gente”. “Terminemos con este culebrón del verano”, insistió. Sin embargo, el PRO no tiene ni voz ni voto en la Bicameral, por lo que deberá contentarse con el rol de espectador.
Cobos, entre dos espadas
Los planteos de los radicales no son equiparables con la estrategia de Cobos, con el que no hablaron antes de salir a opinar que la Bicameral no se tiene que expedir. El vicepresidente se mantuvo en silencio y sigue analizando qué hará el martes.
La decisión no es fácil: si intenta evitar un pronunciamiento, seguramente volverá a recibir críticas como las de Felipe Solá, que dijo que “él no se hubiera achicado con esa idea de la conspiración que no compra nadie” . Si vota en contra de la remoción, son una fija las críticas del oficialismo, que lo acusa de destituyente. Y si vota a favor, Carrió intenta que su delfín en la Capital vote en contra para diferenciarse y dejarlo pegado al Gobierno.
Cobos estuvo ayer reunido con la diputada Laura Montero y con Jorge Albarracín, que fue su secretario de Legal y Técnica cuando fue gobernador en Mendoza. Con ellos, sigue preparando su dictamen. Según señalaron en su entorno, el martes el vicepresidente discutirá con los otros dos miembros si es necesario que la Bicameral emita su consejo no vinculante a la Presidenta, tras la renuncia –aunque rechazada– de Redrado. “Si hay consenso en expedirse, lo emitirán. Si no hay consenso, no lo harán”, señalan cerca de Cobos sobre la comisión, en la que nadie es aliado de nadie. Y, por lo tanto, se dificulta cualquier conversación previa.
Prat Gay en suspenso
En el discurso público de la CC, se sostiene que no existe ninguna presión sobre su diputado y presidente de la Comisión de Finanzas. El propio Prat Gay lo planteó en esos términos: “La posición de mi partido es que quienes integramos las comisiones evaluadoras tenemos libertad de conciencia. Voy a discutir con Carrió los términos del informe, pero la decisión es personal”.
En privado, las cosas cambian: tanto Carrió, como Patricia Bullrich y Adrián Pérez mantuvieron conversaciones con Prat Gay en las que le aclararon que su deber como diputado de la oposición es pronunciarse contra el procedimiento que inició el Gobierno y, por lo tanto, votar en contra de la remoción de Redrado. Le insistieron en que él está allí representando a toda la oposición “y a los que votaron contra el Gobierno el 28 de junio” de 2009 y que no hay lugar para planteos personales.
Prat Gay, en principio, acuerda en rechazar el DNU con el que el gobierno nacional despidió a Redrado, pero siempre fue muy crítico de su gestión en el Central. De hecho, en la visita del ex Golden Boy al Congreso, fue el que más preguntas duras le hizo.
Este es el punto de discusión con el resto de los dirigentes de la CC. “Un diputado nacional tiene siempre responsabilidades colectivas. Nadie puede hacer lo que se le canta”, señalan los CC. Ayer se habría desarrollado una reunión del bloque de Diputados, donde se discutiría el tema. Es muy probable que se imponga el planteo de Carrió de seguir adelante con el dictamen.
En el entorno de Prat Gay, en tanto, sostienen que él va a esperar el martes para reunirse con Cobos y Marconato y para definir qué hacen. El viernes por la noche, Redrado les envió a los tres su carta de renuncia. “Legalmente, no está claro si tiene que emitir dictamen o no”, estiman.
De todas formas, el ex titular del Central sigue analizando los documentos para ver cuál será su posición, que seguramente conversará con Carrió a comienzos de esta semana. “La decisión es personal de Alfonso. Lilita sabe que en este tema él es el que más sabe para opinar. Solamente él sabe si las cosas se hicieron bien o no”, indican cerca del diputado, que –si deciden seguir adelante– incluso podría tomarse algunos días más para entregar su decisión.
Redrado renunció antes de que se pronuncie la Bicameral cuya convocatoria él mismo había reclamado para garantizar la “institucionalidad”. El economista ya fue. La disputa está planteada hacia el 2011: Carrió juega a diferenciarse tanto –o más– de Cobos como del Gobierno, el vicepresidente pretende no quedar expuesto solo en una movida que avale al Gobierno que integra pero al que sueña con suceder.
Fuente: Página 12
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