Martín Redrado pidió que se respeten "sus derechos como presidente" del Central. Y exigió que Cristina anule el decreto con el que lo había despedido como requisito para declarar ante la Comisión del Congreso que analiza su situación. Aníbal Fernández lo tildó de "estúpido" y "caprichoso".
Pero el propio Redrado advirtió que no se presentará ante esa Comisión si el Gobierno no deroga antes el decreto con el que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo había despedido de su cargo.
De inmediato, el oficialismo le saltó a la yugular. El jefe del bloque K de Diputados, Agustín Rossi, lo acusó de ser "un incumplidor serial de las leyes". Y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, lo tildó como un "estúpido" y "caprichoso" que vuelve "a someter a los argentinos a un mamarracho".
La Comisión Legislativa que integran el vicepresidente Julio Cobos, el kirchnerista Gustavo Marconato y Alfonso Prat Gay (de la Coalición Cívica) empezó a trabajar esta mañana con la definición de un cronograma para entrevistar a los principales protagonistas del caso. El plan incluía tres entrevistas esta tarde –a funcionarios kirchneristas- antes de que mañana expusiera sus argumentos Redrado.
Pero por la tarde, cuando ya habían pasado por la Bicameral el ministro de Economía, Amado Boudou; el vicepresidente y titular provisorio del Banco Central, Miguel Pesce, y el procurador del Tesoro, Gustavo Guglielmino, Redrado le envió una nota a la comisión para demandar, "como paso previo" a su declaración, que el Poder Ejecutivo "derogue el decreto de necesidad y urgencia 18/2010".
Ese decreto es el que usó Cristina para echarlo del Banco Central y cuya vigencia suspendió la jueza en lo Contencioso Administrativo Federal María José Sarmiento. Pero luego hubo un fallo de la Sala de feria de la Cámara de ese fuero que, aunque avaló la decisión de Sarmiento, la modificó porque, con el llamado a la Bicameral que ahora sesiona, se habían modificado las circunstancias.
Ese fallo de la Cámara fue interpretado por el Ejecutivo como una suspensión de hecho de Redrado, a quien impidieron entrar a su despacho, mientras que el economista sostiene que, por el contrario, fue ratificada la decisión de frenar su despido; en el escrito que mandó hoy al Congreso, Redrado demanda que se respeten sus derechos "como presidente" del BCRA.
Con un tono que no disimulaba en nada su irritación, Aníbal Fernández salió a cruzar en términos durísimos al nuevo enemigo que le nació al kirchnerismo. "No tiene ningún derecho a hacer esto. Estamos en presencia de un estúpido. No se puede entender el capricho de este señor. Está sometiendo a los argentinos a un nuevo mamarracho. De ética, tiene muy poco. No tiene nada del comportamiento de un caballero", fueron sólo algunas de las frases que le dedicó el jefe de Gabinete a Redrado durante una entrevista con C5N.
Aunque Fernández no lo estimó así, Rossi sostuvo que la negativa de Redrado a ir a la cita a la que lo convocó la Comisión Bicameral para mañana si antes no se deroga el mentado decreto representa una violación a la ley. "No puede poner condiciones, tiene que venir (al Congreso) a responder", esgrimió quien es una de las principales espadas K en el Legislativo.
Antes del nuevo giro, la comisión –cuyo consejo es "no vinculante", por lo que decida, dejaría a Cristina con las manos libres para echar a Redrado- había empezado a trabajar a ritmo acelerado con el establecimiento de un primer cronograma y tres entrevistas a "testigos" en el "caso".
El primero de los tres kirchneristas en plantear por qué el Congreso debería recomendarle a Cristina que eche a Redrado fue Boudou, quien estuvo tres horas ante la Bicameral. Aunque, como se preveía, el encuentro fue a puertas cerradas, está claro que el ministro expuso los motivos por los qué el Gobierno considera que Redrado incumplió los "deberes de funcionario público" al demorar la conformación del Fondo del Bicentenario creado por un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que aún no tiene la venia del Congreso y con el que el Ejecutivo aspira a pagar vencimientos de la deuda externa con reservas del Banco Central.
Al retirarse de la reunión, Boudou cuestionó a Redrado por múltiples flancos. Por un lado, dijo que "atornillarse a un sillón no es un buen mensaje para la sociedad". Por otro, insistió en ensalzar al Fondo del Bicentenario. Y, por último, criticó la advertencia del titular del Central de que estaría dispuesto a difundir "una lista de amigos del poder" que se beneficiaron con operaciones de compra de dólares, a la que calificó "como un mensaje mafioso".
El que expuso luego ante Cobos, Marconato y Prat Gay fue Pesce. Estuvo algo más de una hora y se retiró sin hacer declaraciones. Y a él lo siguió Guglielmino. Mañana debería declarar Redrado, pero ahora eso parece ser impredecible.
Fuente: iEco
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