Reacciones diversas en torno a los festejos por el Bicentenario

viernes, 28 de mayo de 2010

Por Gustavo Sylvestre

La movilización popular en torno a los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, sorprendió a la dirigencia política de nuestro país. Una vez más, la gente se mantuvo al margen de peleas estériles, de discusiones sin sentido, de agresiones inútiles. Participó activamente, acompañó sin banderías políticas y evitó en todo momento cualquier significación política con su presencia.


Mientras caminaba el lunes por la noche hacia el teatro Colón, el senador Carlos Reutemann, con su estilo campechano y su fino olfato de los humores de la gente, les comentaba a ocasionales acompañantes: “Hay que estar atentos a estos mensajes que nos deja la sociedad con esta participación increíble en la calle”.

Desde otro sector, Federico Pinedo, opinaba: “Ha sido espectacular, es como que la gente se tomó venganza de todos y salió a la calle a manifestar su alegría”.

El Gobierno organizó todos los actos en el mayor de los secretos. Y sorprendió. Más allá del lamentable cruce entre el gobierno porteño y el nacional, con la ausencia de la Presidenta en un Teatro que nos pertenece a todos, los dirigentes de la oposición actuaron frente a los actos programados por el oficialismo con sorpresa, en algunos casos por la masiva participación popular y cautela frente a las invitaciones a participar del Tedéum y actos en la Rosada.

Muchos dirigentes de la oposición no fueron al Tedeum por temor a “quedar pegados” al oficialismo. En otros casos, como se sabe, no fueron invitados. Sólo Ricardo Alfonsín; Federico Pinedo y el senador Juan Carlos Marino cumplieron con sus roles institucionales y asistieron a la Rosada.

Los dirigentes de la oposición prefirieron refugiarse en el Tedeum porteño que luego de la advertencia previa del Cardenal Bergoglio de que no era un acto político hizo desistir a muchos. También hay que decir que el cardenal ya no tiene en la oposición el predicamento que tenía años atrás; viene soportando una fuerte interna de los sectores más conservadores de la Iglesia, hace años que no dialoga con la líder del ARI, Elisa Carrió y sus buenos vínculo con el macrismo están más que fríos, desde que Macri acompañó en la Ciudad el casamiento entre personas del mismo sexo.

El otro lugar para el refugio político fue el Teatro Colón de la mano de Mauricio Macri.

En el largo intervalo que se dio en la función de gala del lunes, fueron interesantes los diálogos que se dieron entre los dirigentes opositores que compartían una copa de champagne o un canapé. “El oficialismo tiene las dos ‘s’ a su favor: soja y suerte” reflexionaba un notable senador de la oposición con destino político incierto. “No hay que subestimar a Kirchner y muchos de mis colegas lo han hecho y así ha crecido”, completaba.

Una diputada de la Coalición Cívica anticipaba: “Tenemos que salir de la parálisis en la que estamos, hay que actuar y producir dos o tres hechos que impacten políticamente”, al tiempo que le consultaba a otro colega, “¿qué pasa con el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura que no avanza?”. “Es que no tenemos los votos de la izquierda aún”, fue la lacónica respuesta.

Otros fueron más críticos para con ellos mismos: “hemos equivocado la estrategia política y mediática... encima los radicales se meten en una pelea interna en la Provincia de Buenos Aires que desgasta mucho a Cobos... estamos dispersos”.

Otros fueron más sinceros: “Algunos hemos optado por guardarnos por un tiempo para preservarnos, se han cometido algunos errores que hay que enmendar, nos hemos ido de pico y lo hemos pagado caro”, decía un senador radical con voz cantante en el Senado, “desaparecido” de los medios desde hace un tiempo, después de haber cometido algunos “papelones” -según sus colegas- en el Senado.

La foto del palco del Colón fue la del Vicepresidente Julio Cobos al lado del gobernador Hermes Binner. Tal vez un anticipo de una fórmula presidencial que podría darse el año próximo si prosperan las discretas negociaciones políticas que ya han comenzado y que también tienen a la Provincia de Santa Fe en el centro de las mismas. Allí Binner no puede ir por la reelección y los radicales, en alianza actual con él en esa provincia, quieren poner el candidato a gobernador para el año próximo.

Si bien el kirchnerismo evitó en todo momento politizar los festejos del Bicentenario, se descuenta que a partir de ahora exaltará todo lo registrado a nivel popular e insistirá con estos tipos de actos multitudinarios de aquí a la finalización del año.

Seguirían los consejos de algunos intelectuales que el verdadero debate es con el macrismo. “Ellos se quedan con un acto elitista en el Colón... en cambio nosotros demostramos que podemos hacer actos multitudinarios y también el Colón, lo nuestro es inclusivo mientras que lo de ellos es exclusivo”, adelantó como parte de ese debate el Secretario de Cultura, Jorge Coscia.

Desde hace tiempo que Kirchner expresa en privado que el ballotage será con Mauricio Macri y que por eso hay que adelantar ese debate. Por su lado Macri, en privado, sueña con lo mismo.

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