Macri se siente un perseguido político

Por Alfredo Leuco

Mauricio Macri está en su peor momento. El jefe de gobierno de la ciudad tuvo que hablar en forma descarnada. Dijo que no va a renunciar aunque sea procesado, algo que en Tribunales es vox populi. Que no tiene miedo de ir preso. Que no hay ninguna posibilidad de que sea encarcelado porque no conoce a Ciro James y porque el juez Norberto Oyarbide no le mostró ni una sola prueba que lo pueda involucrar.

Como si esto fuera poco, Macri acusó al magistrado de apuntar la investigación hacia él como una forma de ser funcional a Néstor Kirchner que, según Macri está detrás de todo esto. Pero hay mas. Macri habló incluso del grave daño institucional que esto le produce a la democracia.

Su estrategia es clara. Salir de los tribunales y dar la batalla en el campo de la política colocándose en el lugar de víctima de una operación de Néstor Kirchner para destituirlo de su cargo y de esa manera sacarlo de la cancha de los candidatos a presidente en el 2011. Ese es el panorama a estas horas.

Macri no se priva de decir que el trabajo de Oyarbide es sesgado, carente de ecuanimidad y que hay un plan maquiavélico para no dejarlo cumplir con sus promesas electorales. Esto se podría titular: “Crónica de un procesamiento anunciado” y ese es un tema muy delicado que lo dejará sumamente debilitado políticamente a Macri.

Porque la acusación es gravísima: formar parte de una asociación ilícita para realizar espionaje o escuchas ilegales. Claro que hay que probar el vínculo entre el jefe de gobierno y el Ciro James Bond del subdesarrollo. Por ahora lo que hay es una fuerte y caprichosa defensa de Macri de la designación de un comisario muy cuestionado como Jorge “El Fino” Palacios y actuaciones que dejan en situación de dar explicaciones a un ex ministro como Mariano Narodowski y al actual Guillermo Montenegro.

Si Macri es procesado en los próximos 10 días automáticamente se formará una comisión investigadora en la legislatura de la ciudad y allí empezara una etapa mucho mas complicada. ¿Existe la posibilidad de que sea destituído como fue Anibal Ibarra en su momento? ¿Hay un intento de transformar las escuchas en un nuevo Cromagnon?

Si vamos a los números se calcula que para esa posibilidad faltarían juntar otros 9 votos. Pero hay que tener en cuenta que tal como le pasó a Ibarra cuando empiezan ese tipo de cuestionamientos hay muchos que están dispuestos a darse vuelta, a borocotearse o a tomar distancia del acusado. Fabio Basteiro de Proyecto Sur lo dice con claridad.

Está todo listo “para poner en funcionamirento los mecanismos institucionales que ameriten la gravedad que vaya adquiriendo el caso”. Es lo que piensa toda la oposición. Macri se siente un perseguido político. Por eso habla de gravedad institucional y de democracia en riesgo. Todavía falta mucho. El camino sembrado de acechanzas y peligros para Macri recién empieza. Pero para caminar un kilómetro hay que dar un primer paso. Y ese primer paso ya se dio. Macri está en la mira.