Los "apóstoles" de Mauricio Macri

miércoles, 19 de mayo de 2010

Por Ignacio Fidanza

La cita tuvo asistencia perfecta y se concretó en las oficinas que el macrismo tiene en la avenida Rivadavia, frente al Congreso. El anfitrión fue el jefe de campaña Humberto Schiavoni, que empezó a imprimirle al PRO el ritmo vertiginoso de los peronistas a la hora de hacer política.


Macri comenzó la reunión explicando que el procesamiento en la causa de espionaje, hasta ahora, no estaba impactando en su proyección nacional. Se leyeron los últimos cortes de encuestas que revelan que una larga mayoría opina que Néstor Kirchner está detrás de la causa y desconfía profundamente del juez Oyarbide. Tendencia que según esos trabajos se profundiza en el interior del país.

“Al final esto de Oyarbide vino bien, porque lo posicionó a Macri en el centro de la escena y le dio esa cuota de sangre que el drama político necesita, hace rato que varios estábamos esperando que le pegue a Kirchner como hizo estos días”, se entusiasmó uno de los presentes.

En la larga mesa se acomodaron funcionarios del gabinete porteño como Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Esteban Bullrich, Marcos Peña, Néstor Grindetti, diputados como Federico Pinedo, Christian Gribaudo, Laura Alonso, Gladis González, legisladores porteños y hasta el omnipresente “Tano” Angelici, líder del radicalismo macrista.

Pinedo tuvo a su cargo el “análisis político”. Didáctico afirmó que el escenario para el 2011 aventuraba una elección de tres tercios: el kirchnerista, el radical y la suma del PRO y el peronismo no kirchnerista. La lectura obvia fue que tanto para ellos como para el PJ opositor sería un suicidio ir separados, porque en ese caso, el ballotage se definiría entre el kirchnerismo –Kirchner o Scioli- y el candidato radical.

“El Lole seguramente no juegue, así que la discusión por la candidatura se limita a Duhalde y Macri; hoy Mauricio mide mucho mejor, pero se verá el año que viene quien es el candidato más competitivo”, razonó uno de los presentes, que trasmite la sensación que impera en el macrismo: confían que el final del camino los encontrará juntos al PJ no kirchnerista, incluido Francisco de Narváez. “Con Francisco mejoró un poco la relación, igual el acuerdo con él es una discusión del año que viene”, agregó la fuente consultada.

Pragmático, Schiavoni propuso avanzar sobre el trabajo territorial y se acordó dividir el país entre una lista de “parejas”(ver detalle más abajo) de legisladores que tendrán a su cargo armar las mesas Macri 2011. El lote de "apóstoles macristas", como era previsible, lo integra una abrumadora mayoría de porteños. Experimento político que habrá que ver si termina sumando para Macri o lo enreda en una serie de decisiones desafortunadas, como las que protagonizó su primo Jorge Macri en la fallida elección de concejales de Mendoza.

Como sea, luego del reparto de territorios, Macri pidió explícitamente que ninguno de sus ministros ni los líderes de la Legislatura (Oscar Moscariello y Cristian Ritondo) tuvieran responsabilidades intensas en el armado político “por lo menos por este año”, afirmó.

“No podemos descuidar la retaguardia, hay que mantener activo el gobierno de la Ciudad”, agregó.

El problema de la gobernabilidad

Por primera vez, en la historia del PRO se discutió abiertamente los desafíos que debería enfrentar un eventual gobierno macrista. Pinedo explicó que era muy importante seguir trabajando en el Congreso en los acuerdos con las otras fuerzas, sobre todo con el radicalismo. “Ellos y nosotros vamos a tener el mismo problema, gane quien gane, ninguno va a tener mayoría propia, así que hay que ir trabajando los consensos desde ahora”, apuntó. Los contactos más intensos son con el jefe de los diputados de la UCR, Oscar Aguad; y el senador Ernesto Sanz.

Filoso, uno de los presentes preguntó: “¿Y con Moyano y la CGT que vamos a hacer?”. Macri dejó que el suspenso creciera y reveló: “yo me junte con algunos de ellos, pero como los empresarios,por ahora no van a aparecer al lado nuestro para no tener conflictos con Kirchner”. Quedo claro que esas relaciones, el jefe de Gobierno se las guarda para sí.

Ese tramo de la charla también sirvió para integrar a Miguel “Mike” Braun, el ex Cippec que está a cargo de los equipos técnicos. Y también por primera vez en este tipo de reuniones circularon "papers" sobre distintos análisis por área de los principales desafíos que deberá enfrentar un eventual gobierno macrista. En línea con la moda actual se decidió que todas las propuestas estén teñidas de una “mirada federal”, lugar común de todos los candidatos, que suelen olvidar cuando llegan a la Casa Rosada.

Como sea, se acordó que se aprovechará el trabajo de Braun como insumo para armar seminarios y mesas en las provincias con temáticas locales como infraestructura, economías regionales, etc.

Luego de la charla, fieles al estilo "power point" que impera en el macrismo, todos los presentes recibieron sus carpetitas con el logo amarillo del PRO con un resumen de los programas analizados. Pero más allá de la inevitable estética corporativa, lo cierto es que varios de los presentes reconocieron que “por primera vez se empezó a hablar de política en serio”.

Sobre el final, luego de acordar la agenda de Macri para lo que resta del año, que prevé salidas al interior y la provincia todos los fines de semana (menos claro el próximo del Bicentenario), que se iniciará el 29 y 30 de este mes con una gira por Mar del Plata, Tandil y Balcarce.

La reunión concluyó con un repaso de la situación legal del partido. Se supo entonces que la semana que pasó la jueza Servini de Cubría realizó la última audiencia antes de definir la fusión de Recrear y Compromiso para el cambio en el flamante Pro, que podría materializarse en los próximos días.

Esa será la herramienta que Macri aspira a llenar de contenido territorial -o por lo menos intentarlo- de aquí al año que viene, para llegar al momento en el que imagina deberá sentarse en la mesa de los peronistas disidentes, con algún nivel de paridad.

Los "apóstoles" de Mauricio
 
Córdoba: el diputado nacional Christian Gribaudo (de regreso en el macrismo luego de un tiempo de coqueteo con De Narváez) y el legislador santillista Bruno Screnci.


Santa Fe: el diputado nacional Jorge Triaca y el “tano” Angelici.

Entre Ríos: los legisladores porteños Avelino Tamargo y Jorge Garayalde.

Buenos Aires: Jorge Macri (por ahora) y con resistencias.

Mendoza y Corrientes: la diputada nacional Paula Bertol.

Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán: el ex senador nacional Pablo Walter (socio de Esteban Bullrich en Recrear) y el ex ObSBA Carlos Regazzoni.

Neuquén: la legisladora porteña Karina Spalla, delegada de Néstor Grindetti, que al parecer tiene algunos vínculos con el Movimiento Popular Neuquino.

La Rioja y San Luis: la diputada nacional Silvina Majdalani.

Santa Cruz y Tierra del Fuego: el joven legislador porteño Fernando de Andreis.

Río Negro: la diputada nacional Gladis González.

Chaco y Formosa: otra vez Avelino Tamargo.

La Pampa: de nuevo Gribaudo, pero ahora asistido por la diputada del “tano” Angelici, la ex Poder Ciudadano Laura Alonso.

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