Ernesto Sanz fue el centro de la escena y todos los méritos en San Nicolás

viernes, 12 de febrero de 2010

Por Alfredo Leuco

La impactante herida en el cuello de Néstor Kirchner puede funcionar como metáfora y diagnóstico del momento político que está atravesando. Sus fanáticos podrán decir que todo lo que no lo mata lo fortalece. Y sus enemigos, que está lastimado porque después de su derrota electoral personal del 28 de junio pasado, nada fue igual. Lo llamativo es que ni el riesgo de sufrir un daño cerebral severo le sirvió a Kirchner para calmar a una oposición y una realidad adversa.

El jefe de la jefa de estado padeció los mas grandes dolores postoperatorios por culpa de Luis D'Elía y Carlos Reutemann y ayer del vicepresidente Julio Cobos.

La cena amable de Cobos con las autoridades de la UCR es la confirmación de que ya no tiene dudas sobre la camiseta que lucirá en los comicios del 2011. Las viejas facturas que todavía tienen los radicales que se quedaron en el partido para resistir con Gerardo Morales a la cabeza comenzaron a pagarse al contado.

Sobreactuando cierta humildad, Cobos, dijo que se sentía uno mas en esa reunión y se dispuso a dar por superado el chisporroteo que tuvo con parte de la opinión pública (con caída en las encuestas y todo) cuando votó en la misma línea que el kirchnerismo.

Esta vez escuchó los consejos de su partido y le dejó a Ernesto Sanz el centro de la escena y todos los méritos por haber diseñado ese encuentro unitario y programático en San Nicolás. El hecho político fue una señal contra Néstor Kirchner pero también contra Elisa Carrió.

El diputado convaleciente había festejado como un triunfo el voto de Cobos en la comisión bicameral porque no analizó a fondo el contenido de las críticas que levantó el mendocino. El sector que lo cuestionó, lo hizo por no ser lo suficientemente opositor y por aparecer demasiado cerca de los Kirchner. Por lo tanto era un llamado más de atención para el matrimonio presidencial y no algo que corresponda ser celebrado. Esta mañana, Aníbal Fernández (AUDIO al final de la nota) enmendó el error y retomó las acusaciones de traidor y golpista contra el vicepresidente.

En el caso de Carrió las cosas están mas claras. La semana pasada ella fue muy dura con Cobos, tal como lo viene siendo desde que - voto no positivo mediante- Cobos se transformó en su competidor y se encaramó en la cima de la tabla de posiciones de popularidad.

“Es lo peor del radicalismo” dijo Carrió de ese hombre que anduvo anoche a los abrazos con la mayoría de su conducción. Para los radicales es un tema saldado. Si las elecciones fueran el próximo domingo llevarían como candidato presidencial a Cobos aún a riesgo romper el Acuerdo Cívico y Social que será lo que deba ser o no será nada.

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