Hablando del orden estrictamente político -y de "candidaturas", si se quiere-, puede decirse que este favorece al duhaldismo, que no solamente concentra hoy el poder de los gremios más importantes del país (con excepción de Camioneros) sino que es mudo testigo de los caracteres irrevocablemente amateuristas que ostentan sus potenciales rivales de cara a 2011.
El Vicepresidente Julio César Cobos ha visto apagada su buena estrella, en vista de la visión política cortoplacista que ha montado junto con sus escasos aliados. Ya votó en favor de los caprichos del kirchnerismo durante el affaire Redrado, y ahora acumula la bronca de propios y extraños a partir de su permanencia en el Ejecutivo.
Radicales y oficialistas coinciden en pedirle que renuncie a su puesto, por diferentes razones. Los aliados de Balcarce 50 quisieran que no estuviera más en el "podio de los desempates parlamentarios" y que tampoco figure ocupando más la línea sucesoria, ante cualquier "eventualidad". Los de la UCR entienden que seguirá perdiendo en intención de voto, mientras se empecine en permanecer en la Vicepresidencia. El mendocino queda demasiado expuesto ante esos "desempates", y todos saben que no tiene ni el temple ni el coraje para tolerar la presión.
Por su parte, el eterno timorato Carlos Alberto Reutemann -como siempre se anticipó desde este humilde medio, cuyas notas nadie cita-, juega para el oficialismo, consciente o inconscientemente.
Acaba de recular torpemente en sus acusaciones de corrupción contra los Kirchner, endilgándole la posibilidad del "afano" de la Casa Rosada y la Plaza de Mayo al Camionero Hugo Moyano. Por más que sus allegados se empeñen en desmentirlo, lo cierto es que el ex piloto de Fórmula Uno no sabé hacia dónde salir disparando.
En las últimas horas se supo que se encuentra hilando acuerdos con el ex jefe de Gabinete kirchnerista -y comprometido en incontables hechos de corrupción-, Alberto Fernández, estrategia que logrará garantizarle impunidad a Néstor Kirchner, pues Alberto es un hábilmente manufacturado "agente doble". Si no es con él, Reutemann contará fichas con la chaqueña Elisa Carrió.
Sobre esta última, la ciudadanía y la opinión pública (no son lo mismo) tienen bien claro que escasea en capacidades ejecutivas o, dicho de otro modo, nadie la imagina como presidente. Las habilidades de Elisa Carrió -aunque ella misma parece no haberlo notado- coinciden mayormente con los derivativos de las área legal e institucional. La señora podría ser, en cualquier Gabinete, una estupenda Ministro de Justicia o "zarina anticorrupción".
En medio del derrape verbal de Cobos y Reutemann, Eduardo Duhalde contempla, sonriente, como su imagen negativa transita por un tobogán, al tiempo que crece en intención de voto. Con todos los rasgos negativos que pudiere gatillar, crece en importantes porciones de la opinión ciudadana la convicción de que "hace falta alguien que componga todo el desorden".
El de Lomas de Zamora bien podría coincidir con esa expresión de deseo popular. Es por ello que se ha abocado a estar tanto tiempo de gira en el exterior, y que se ha llamado a silencio en lo que respecta a los temas locales, salvo cuando un tema justifica una opinión. "Que los otros hagan el gasto", parece ser su más íntimo slogan.
Llegado el momento oportuno, saldrá al ruedo y capitalizará sobre las críticas y poco refinados insultos que le dispensarán los soldados de Kirchner. Etapa que sobrevendrá cuando "Lole" y "Cleto" exhiban los típicos rasgos de la definitiva descomposición. Los tiempistas son así, y no suelen tener muy en consideración las rabietas de los impacientes ciudadanos.
En cualesquiera de los casos, ya hemos podido confirmar desde sus fuentes de rigor que el matrimonio patagónico se ha convencido de la necesidad de adelantar las elecciones presidenciales, que no serán en octubre de 2011. Por estas horas, la idea es adelantarlas para junio del mismo año.
La razón salta a la vista, y fue confirmada en modalidad off the record por kirchneristas arrepentidos que conversan semanalmente con los medios de prensa "opositores". Todos coinciden, más o menos, en la siguiente sentencia: "Ni Néstor ni Cristina pueden seguir haciendo frente a la pelea; él ya terminó en el hospital y ella no sabe qué hacer cada vez que asoma un problema. El país se paralizó con Kirchner enfermo y los dos están muy desgastados.
Adelantarán las elecciones lo más posible para entorpecer la interna peronista y para anticiparse a una debacle peor en términos de rechazo social. No quieren que les explote todo en las manos y se tengan que ir antes. Les importa lo que diga la Historia".
Los Kirchner adelantarán las elecciones lo más posible
lunes, 15 de febrero de 2010
Publicado por Pulguita en 19:10
Etiquetas: Carlos Reutemann, cobos, Eduardo Duhalde, los kirchner
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