Con 37 votos reunidos los líderes de las bancadas opositoras empezarán distribuirse los cargos

martes, 16 de febrero de 2010

Por Mauricio Cantando

Con 37 votos reunidos, lo justo para el quórum, los líderes de las bancadas opositoras empezarán mañana a distribuirse los cargos de las 26 comisiones, ya dispuestos a dejar al kirchnerismo con minoría en todas ellas. Por la noche volverán a intentar una negociación con Miguel Pichetto, jefe de la bancada oficialista. Si insiste en rechazar la propuesta, podrían amenazar con quedarse con la presidencia provisional.

El kirchnerismo está a un paso de sufrir una nueva derrota en el Congreso. A una semana de elegirse las autoridades del Senado, las distintas bancadas de la oposición reunieron 37 votos, uno más que lo necesario para alcanzar la mayoría. Y están dispuestos a usar esa fuerza para dejar al kirchnerismo con minoría en las 26 comisiones permanentes y con la presidencia de solo doce de ellas.

La embestida terminó de definirse la semana pasada cuando el jefe del bloque radical, Gerardo Morales y el de los peronistas opositores, Adolfo Rodríguez Saá, líderes de las dos minorías más numerosas con 17 y 11 bancas respectivamente, acordaron salir a la caza de los bloques minoritarios para llegar a la mitad más uno de los votos y marcarle la cancha al kirchnerismo.


Al seguro apoyo de María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica), Samuel Cabanchik (Buenos Aires Federal) y el socialista Rubén Giustiniani (aunque a éste no se lo vio la semana pasada), debía sumarse el de los pampeanos Carlos Verna y María de los Ángeles Higonet, los votos que el kirchnerismo quería acapararse para definir la compulsa.

Pero los pampeanos se volcaron con la oposición mediante un acuerdo previo con la liberal correntina Josefina Meabe, la chubutense Graciela Di Perna y los cordobeses Luis Juez y Norma Morandini. Con ellos, la oposición contó 37 votos y obligó a kirchnerismo a buscar otros dos conversos para pensar en una victoria (hay quienes sospechan del correntino José Roldán, con bloque propio), ya que un empate le permitiría definir todo al vicepresidente Julio Cobos.
Comienza el reparto

Los referentes de la oposición encargados de negociar coinciden en algo: si desde la quinta de Olivos no hubieran intervenido, el acuerdo ya estaría cerrado. Entienden que la intransigencia de Pichetto y de su par Nicolás Fernández responde a una declaración de guerra ordenada por el matrimonio presidencial.

Conocedores de que el ex presidente es capaz de luchar contra la corriente hasta el último suspiro, los líderes de la oposición se reunirán mañana para comenzar a repartirse entre ellos los cargos de las comisiones. Por la noche se verán las caras con los jefes del kirchenrismo y les reiterarán su propuesta oficial, ya con mayor forma.

Ese ofrecimiento consiste en distribuir entre los opositores las presidencias de 14 de las 26 comisiones y 8 de los 15 lugares disponibles en cada una de ellas.

Esta distribución obligaría al Gobierno a negociar cada dictamen con al menos un bloque opositor. Pichetto rechazó ese esquema y dejó abierto el camino para que todo se defina en el recinto el miércoles 24, día previsto para la sesión preparatoria.

Al cónclave opositor llegarán mañana Morales, Rodríguez Saá, Verna, Estenssoro y Giustiniani. Entre ellos comenzarán a repartirse los lugares de las 14 comisiones que pretenden presidir. Solo hay un acuerdo previo: uno casillero de cada una deberá recaer en alguno de los seis integrantes del ocasional grupo comandado por Verna.

En el Congreso ya se escuchan advertencias opositores sobre lo que harían en caso de que el kirchnerismo siga sin negociar. “Nos repartiremos más lugares en las comisiones y no les dejaremos las comisiones de gestión”, repiten.

Además, quedó latente el reclamo de Rodríguez Saá para quedarse con la presidencia provisional, que a excepción de su bloque, nadie le discutió aún al kirchnerista José Pampuro. Pero también él necesita 37 votos para continuar en ese cargo.

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