La cumbre entre el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, junto a otros miembros de AEA, fue la gota que rebasó el vaso para Néstor Kirchner. Primero, públicamente denunció lobby del Grupo por la Ley de Medios que ya llegó al máximo tribunal, y luego, mandó al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y a otros funcionarios a “vaciar” la asociación de grandes empresas.
Según fuentes empresariales afirmaron que más de 30 miembros de todos los rubros recibieron sugerencias o directamente aprietes para renunciar.
La primera en abandonar AEA fue Gas Natural Ban. Ya envió su carta de renuncia, confirmaron desde la compañía, desde donde también negaron haber recibido llamados oficiales para adoptar tal conducta. Los informantes de la empresa dijeron que habían decidido dar de baja la afiliación porque existe un plan de reducción de costos de representaciones institucionales y deslizaron que podrían retirarse de otras entidades en las que se encuentran asociados.
La empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) anunció hoy su decisión de dejar de formar parte de la Asociación Empresaria Argentina. La decisión fue comunicada a través de una nota enviada por el presidente de TBA, Marcelo Calderón, al titular de AEA, Jaime Campos.
Las versiones iniciales adjudicaban las presiones sólo al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, pero un informante que dijo haber escuchado comentarios de varios presionados, dijo que hubo otros funcionarios involucrados. "También llamó Baratta [Roberto, el virtual viceministro de Planificación] y otros. Hubo diferentes estilos de mensajes, pero todos apuntaron a que AEA pierda la mayor cantidad de socios posibles", reveló.
La Asociación Empresaria Argentina, fundada en 2002, representa a las grandes compañías del país. Allí están desde Laboratorios Bagó, Aceitera General Dehesa, Arcor, Techint, Mercedes-Benz, Metrogas, el Banco Santander Río y los diarios Clarín y La nación, entre otros.
No es la primera vez que Kirchner intenta dividir al empresariado, ni que AEA busque mantenerse unida.
El ex presidente buscó quebrarla con la misma estrategia que usa para separar a la oposición en el Congreso y a los productores en el campo. A fines del año pasado convocó a unos 40 directivos de las grandes empresas a una cena en la Quinta de Olivos. El ministro de Planificación, Julio de Vido, les aclaró que se trataba de un convite a título personal, y no a nivel de cámaras.
La AEA respondió el ataque e intentó armar un frente empresarial. En marzo realizó un almuerzo con la Unión Industrial Argentina (UIA) y con los dirigentes del campo. Allí pretendía que todos firmaran un crítico documento contra el Gobierno, pero la interna entre pequeños y grandes industriales, lo hizo fracasar. La entidad fabril se negó a poner su sello en el documento y sin ellos, la Mesa Enlace, también se dio marcha atrás.
La pelea, ahora, parece escribir un nuevo capítulo. “Néstor ha dividido a todas las asociaciones que no pudo cooptar; hasta ahora a la AEA la había ninguneado, ahora quiere destruirla", analizó uno de los empresarios que dijo haber recibido presiones.
Fuente: LPO
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