Al menos en lo formal, en la Cámara baja el bloque Peronismo Federal tiene 28 integrantes que comanda el diputado nacional Felipe Solá, ex gobernador bonaerense promovido por Eduardo Duhalde, y ex secretario de Agricultura y Ganadería de la Nación de Carlos Menem, en los años '90, luego de haber sido funcionario bonaerense de Antonio Cafiero a fines de los '80.
En verdad, Solá tenía previsto interactuar con Carrió mucho tiempo antes, y así se lo expresó a Juan José Álvarez cuando éste concurrió a buscarlo para articular el acuerdo Mauricio Macri-Francisco de Narváez-Felipe Solá que ganó los comicios legislativos bonaerenses de 2009 como Unión Pro.
Solá le dijo en aquella ocasión a Álvarez que acercarse a Carrió era lo que verían con buenos ojos sus hijos, en alusión a que los jóvenes se encontrarían más cerca del discurso de la Coalición Cívica que del peronismo.
Álvarez había concurrido a seducir a Solá porque así articulaba una estrategia bonaerense para Mauricio Macri, o al menos es lo que le había explicado José Torello cuando éste visitó a Álvarez en nombre de Macri, quien siempre termina dependiendo del peronismo para realizar sus ambiciones pero no se atreve a ingresar al peronismo.
Álvarez había sido el jefe de campaña de Narváez en 2007 pero luego se distanció del hoy cada vez más firme candidato peronista a gobernador bonaerense. Es cierto que Narváez tiene un par de ideas más o menos confidenciales para seguir ambicionando a una candidatura presidencial pero es nacido en Colombia y sin padres argentinos: complicadísimo.
Cada uno intenta su propio juego. Así los gambitos de Narváez lo llevaron hasta la diputada nacional Graciela Camaño, y a su marido, el sindicalista gastronómico José Luis Barrionuevo -aunque esto Narváez prefiere omitirlo, un poco porque Barrionuevo equivale a Eduardo Duhalde, y otro tanto porque Barrionuevo no goza del respaldo en las encuestas que tanto revisa hoy día Narváez a la hora de elegir sus interlocutores-.
Sorprende el colombiano argentinizado en su fijación por el poder de las encuestas, comportamiento que puede convertirlo en un dirigente político del montón.
La gente que supedita sus decisiones a las encuestas renuncia al liderazgo porque, en definitiva, sigue un sendero de estadísticas trazado por una opinión pública que es volátil y caprichosa. Y eso puede terminar resultando la negación del liderazgo, mal que le pese a Jaime Durán Barba, Ramiro Agulla y otros onerosos vendedores de fantasías.
Todo indica que Narváez y Camaño han conversado sobre una probable fórmula conjunta en provincia de Buenos Aires. Camaño es diputada nacional con residencia en el partido de San Martín y, si bien no tiene un caudal electoral propio importante, se le reconoce su enorme capacidad de trabajo, su conocimiento de procedimientos, normas y estatutos, y un rigor infrecuente en el peronismo convencional.
Mucho antes de definir eventuales binomios, Narváez y Camaño, ya con la presencia de Barrionuevo, han debatido cómo potenciar en el Legislativo la oposición a los Kirchner, con quienes Barrionuevo tiene viejas cuitas nunca resueltas desde aquellos huevos y tomates a Cristina en San Fernando del Valle de Catamarca, en 2003.
Barrionuevo hoy día trabaja por la candidatura presidencial de Eduardo Duhalde, y para fortalecerla procura:
* debilitar en todo lo posible a su ex aliado Hugo Moyano, a la vez que
* incrementar la disputa parlamentaria.
En ese contexto, la conversación llegó a la posibilidad de fusionar el bloque Peronismo Federal, de 28 integrantes, con el bloque Peronista, de 6, que lidera Camaño.
¿Qué sucede, entonces, con Felipe Solá, líder del bloque Peronismo Federal, quien no estuvo hasta ahora en las conversaciones?
Es un enigma que, según los de Camaño, deberá resolver Narváez, según se comprometió ante la presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y vocal de Legislación General.
A Felipe Solá se le cuestiona trabajar más en forma individual que en la integración de un bloque, y obviamente algo que consideran como una dependencia intelectual creciente de Carrió.
Pero también es verdad que cualquier definición es riesgosa: puede aparecer como un triunfo o como un revés. Hay que ser convincentes, prolijos y cuidadosos.
Presentado el nudo y los personajes, ahora hay que dejar avanzar los acontecimientos.
Fuente: U24
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