Mientras Cristina Fernández y su marido Néstor estaban en Estados Unidos, su hija Florencia viajó a Río Gallegos en un jet presidencial para asistir al cumpleaños de una amiga, un jet que regresó a Buenos Aires y luego volvió, la pasó a buscar y la llevó de regreso a Capital Federal.
En una maniobra con estricta reserva, el Tango-10 arribó al aeropuerto internacional Piloto Fernández de Río Gallegos el pasado viernes 9, a las 21.06, con una sola pasajera: Flor K. Rápidamente, el jet ingresó al playón de carreteo, se acercó a uno de los hangares de la Fuerza Aérea y se detuvo cerca de una Toyota Hilux, donde dos custodios esperaban a la hija presidencial, informó la agencia local Opi Santa Cruz . A los pocos minutos, el jet volvió a despegar, esta vez sin pasajeros, con destino a Buenos Aires.
Florencia llegó a Río Gallegos el fin de semana para asistir al cumpleaños de una de sus amigas con las cuales cursó los estudios en el Colegio religioso María Auxiliadora. Y rápidamente regresó a Buenos Aires, en el mismo avión que la llevó a Santa Cruz. El lunes 12 el T-10 tocó pista, vacío, a las 13:55hs, y cumpliendo el protocolo ordenado, los pilotos dirigieron la máquina hacia la zona de hangares de la FAA dentro de cuyos galpones el avión permanece invisible a ojos indiscretos.
Allí, cuando una camioneta se acercó y de ella bajó Florencia que recorrió un corto trecho y subió rápidamente las escalerillas de la máquina. Minutos después el avión perteneciente a la flota presidencial abandonaba la pista con un solo pasajero abordo más la tripulación, rumbo a Capital Federal
Fuente: Perfil
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