Por Juan Pablo Mansilla
Protagonizó el cruce más polémico de los últimas dos semanas: le dijo en la cara a Luis Majul que considerar "periodismo de investigación" a su libro, El Dueño, era un "insulto". Víctor Hugo Morales ya no quiere hablar de este episodio, pero sí de la situación actual de los medios, de ese fenómeno que encarna el programa 6,7,8 y de sus últimos chispazos en radio Continental. Pero primero contestará algo que muchos de sus oyentes le recriminan luego de su apoyo a la Ley de Medios: ¿Cambió algo en Víctor Hugo? ¿Se ha convertido en un "oficialista"?
"A mí me ha pasado, por ejemplo, con algún anunciante que yo tenía referido a productos de campo. Me decía 'no sabés cómo están desencantados en tal lado porque te diste vuelta'. ¿Qué es lo que está diciendo esa persona?", se pregunta el relator uruguayo y recuerda el rol que jugó a favor de los sectores agropecuarios durante el conflicto de 2008. "Yo perdí aquel año muchísimo. Perdí el programa que tenía en Canal 7, porque como cosa lógica la gente del canal me quería tener pero eran tantos los llamados de diputados, de algún funcionario, 'cómo tienen a ese tipo ahí que nos está dando como bolsa con el tema del campo'.
"Esa persona que ahora por la Ley de Medios ve que yo opiné a favor del Gobierno y se siente desencantado es un ignorante porque no escucha todo lo demás que yo hago, ignora lo que yo hago cada día con mi programa que tiene muchísimas críticas, como toda la vida, contra el Gobierno", explica Víctor Hugo.
Fuera de su registro habitual, Víctor Hugo le contesta a los "oyentes intolerantes" que arremetieron contra él luego de la batalla por la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: "Yo le digo intolerante pero pienso peor de él y no me importa que no me escuche, que nunca más me mire porque no lo quiero. De oyente quiero tener una persona con la que me tomaría un café, y yo no me tomaría un café con un imbécil, intolerante, ni con nadie que hiera mi sensibilidad. Yo hago las cosas de acuerdo a mis convicciones".
Debido a su apoyo al Gobierno en ciertos temas clave es que el uruguayo se ha convertido en una figurita repetida en cada informe del ciclo 6,7,8 que emite la televisión pública. Aunque no le ofende que lo utilicen para blanquear las posiciones del kirchnerismo, reconoce que su discurso es funcional: "Toman lo que a ellos les sirve porque están en la pelea con los demás grupos en la defensa del modelo y del Gobierno. Porque ellos tienen la valentía de jugar una opinión, pero ellos pelean con un cuchillo de madera como yo contra tanques de guerra. Me doy cuenta que si pasan nada más lo que yo digo a favor del Gobierno, el que mira sólo el programa y no me escucha a la mañana cree que yo digo sólo eso".
En febrero último, con Kirchner en el ojo de la tormenta por la compra de dólares con presuntos fines especulativos, Víctor Hugo se convirtió otra vez en protagonista, cuando el ex presidente lo llamó para darle su versión.
- Usted le creyó, no volvió a desconfiar. ¿No le quedó nada dando vueltas?
- No, es absolutamente creíble.
- Pero venían los cuestionamientos por el patrimonio...
- Sí, pero esos eran los cuestionamientos perversos del que quiere seguir teniendo razón porque yo me crucé inmediatamente con alguien que trabaja en Clarín al otro día que me dijo "no está a nombre de él eso". Lo que está a nombre de él es el paquete accionario. Ahora, el director del hotel, esto, lo otro, están a nombre de otras personas. Pero las ganas de tener la razón, la imposibilidad de pedir disculpas llevaron al periodismo a recorrer o ese camino o el otro: "¿Y cómo va comprar dos millones de dólares si el tenía dólares, para qué compró?"
- En ese sentido, ¿usted ve un discurso pesimista que impera en los medios?
- Yo veo un discurso de los medios que es una vergüenza. Yo veo a los medios mentir, tergiversar, leer perversamente.
- El contrato con la radio termina el 31 de diciembre, ¿se lo escuchará en Continental el año que viene?
- No lo sé. No lo sé, pero de verdad. He tenido chisporroteos con una de las personas que está a cargo de la radio. La lucha es, para ser justos, acá llega un nuevo director. Las ideas de él, las que yo conozco están referidas a que hay un exceso de transmisiones deportivas, que intentó cambiar de horario mi programa tradicional que por contrato como los partidos de fútbol se tienen que hacer y yo al principio les pedí, les rogué que cumpliésemos el contrato tal como estaba. Pero también es verdad, en defensa de él, que no se puede vivir haciendo radio con fútbol todos los días a toda hora porque entonces destruis la programación.
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