Por Eduardo Tagliaferro
El miércoles, el kirchnerismo podrá demostrar en el Senado si es un buen perdedor. ¿Podrá ir contra su esencia? Ese día, el cuerpo podría rechazar el decreto presidencial que creó el Fondo de Desendeudamiento y darle media sanción a la coparticipación de la totalidad de lo recaudado por el impuesto al cheque.
Al margen de lo que haga la senadora por Santa Fe, el oficialismo tendría asegurado el quórum para sesionar ya que el cordobés Luis Juez, otro miembro de la oposición, adelantó que se sentará en su banca porque “en la vida es mejor perder que andar huyendo”. Antes de esta definición, la Justicia había dejado trascender que investigaba la supuesta existencia de tres cuentas bancarias depositadas en paraísos fiscales a nombre del cordobés. La acusación, que se difundió con celeridad entre los medios afines al Gobierno, se produjo el mismo día que la oposición perdió los votos de Latorre y de Bongiorno; y dos días después de que el kirchnerista Alejandro Rossi confirmara que pretendía ponerle la lupa a la vida privada de los jueces.
Demasiadas coincidencias para suponer que el kirchnerismo aceptará pacíficamente perder cerca de 10 mil millones de pesos. Desde la bancada oficialista no dudan en repetir que lejos de contribuir a la economía de las provincias, la propuesta busca desfinanciar al Gobierno. “Intentan desestabilizar al gobierno nacional”, dice Pichetto al hablar de este proyecto. La pérdida de estos fondos sería un golpe difícil de asimilar para un proyecto político que hace de la centralización de la recaudación su principal virtud. Más allá de que Cristina Fernández se reserva el arma del veto, el debate parlamentario dejará heridas entre los suyos.
El miércoles pasado, en medio de la confusión opositora, el neuquino Horacio Lores les adelantó a sus pares de la oposición que estaba de acuerdo en “coparticipar” la totalidad del impuesto al cheque y que podría votar con ellos. El senador del Movimiento Popular Neuquino tiene un pequeño margen de independencia que difícilmente puedan exhibir quienes forman parte de la bancada del Frente para la Victoria.
Aun así, varios de ellos se mostraron complacientes con el dictamen opositor. Entre ellos: el jujeño Guillermo Jenefes, que pretende ser el próximo gobernador peronista de Jujuy, y el sanjuanino César Gioja, quien también intentaría ser candidato a gobernador para reemplazar a su hermano José Luis, imposibilitado de la reelección. En los pasillos de la Cámara alta también se especula que el misionero Luis Viana podría estar de acuerdo con la medida.
Demasiadas voces críticas para un bloque que hace equilibrios sobre el Titanic. Estos díscolos podrían optar por retirarse del recinto. Algo que si bien le resta votos al oficialismo no es lo mismo que votar junto a los opositores.
Néstor Kirchner sabe de estas rebeldías. Por ello, la semana pasada, desde Chaco invitó a crear una comisión para discutir una nueva coparticipación. Crear una comisión era la solución que Juan Domingo Perón recomendaba tomar para no hacer nada.
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