Garré y Verbitsky ahora lavan sus penas escrachando a los agentes del Batallón 601

domingo, 28 de marzo de 2010

Por Carlos Tórtora

La torpeza, el despropósito o el disparate que cometió el Ministerio de Defensa a cargo de Nilda Garré al publicar la lista de agentes del Batallón 601 de Inteligencia de Ejército tuvo por intención quemar gente y mostrar transparencia donde no puede existir: en el mundo de los servicios secretos.

Sin embargo, nuestro país es el único que deschava a sus espías. Pero en la lista del Batallón 601 fue obviado el nombre de la propia ministra, quien durante el gobierno de Isabel Perón formó con siete diputados el denominado "grupo de trabajo" que "trabajó" para el golpe de estado de marzo de 1976. Y, como señalamos anteriormente, Garré vivió los siete años del proceso en la Capital Federal -siendo la esposa de Juan Manuel Abal Medina- y apenas la detuvieron dos días nada más.

Pero, según nuestras fuentes -que pasaron por la famosa unidad de inteligencia-, Nilda Garré habría sido incorporada a la misma para darle protección a cambio de información sobre las actividades de los Montoneros.

En sectores de inteligencia están esperando a ver si en la lista de la Jefatura II de la Fuerza Aérea se difunde el nombre de Horacio Verbitsky -durante el proceso en relación de dependencia del Brigadier Basilio Lami Dozo-, que le brindó protección a cambio de delatar montoneros.

Tal sería el remordimiento de Garré y Verbitsky que ahora lavan sus penas escrachando a los agentes de inteligencia de las tres fuerzas armadas. Pero se olvidaron de que Carlos Aguilar, el Director de Inteligencia de la Defensa, fue service de la Fuerza Aérea recomendado por Verbitsky.

El gobierno, no conforme con esto, en su guerra con Clarín, quiere vincular a éste con el proceso a través de la guerra del ADN de los hijos de la Sra. de Noble y con muchas tapas de esa época.

Clarín se defiende y ayer publicó lo de Héctor Timerman: que dirigió el vespertino golpista "La Tarde" durante los seis meses siguientes al 24 de marzo del 76. También dijimos que Jacobo, su padre, con la participación de Horacio Verbitsky, dirigía la revista “Confirmado”, que fomentaba el golpe de Juan Carlos Onganía. Y por entonces, Verbitsky ingresó a la inteligencia de la Fuerza Aérea, de la que nunca se fue.


Clarín tiene argumentos para tirarle el proceso por la cabeza al kirchnerismo, porque tanto su jefe como sus acólitos tuvieron mucha relación con lo que pasó en los años de plomo.

Ayer, el matutino denunció a cuatro funcionarios de la SIDE que habían entrado antes del 76. En este caso, la actitud revanchista, vengativa y delatora del kirchnerato obliga a sus perseguidos a entrar en la misma tónica y son castigados algunos funcionarios de la SIDE que son profesionales y estuvieron en todos los gobiernos democráticos.

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