Néstor y Cristina no han dejado exceso por cometer

martes, 23 de marzo de 2010

Por Malú Kikuchi

Exceso: cosa que sale en cualquier línea de los límites de lo ordinario o de lo lícito; abuso, delito o crimen (*RAE). Argentina está sometida a excesivos excesos, y hay días en los que parece que no va a sobrevivir a tantos ataques en contra de la república, las instituciones y la racionalidad.


En tiempos K, todo es probable. De hecho todo lo que debiera ser imposible y está fuera de las normas, sucede. Néstor y Cristina se han especializado en cometer tropelías en contra de la Constitución Nacional.
En este último trimestre, han batido todos los récords. No han dejado exceso por cometer. “Dale que va, todo es igual” y el Cambalache “discepoliano” se queda corto ante la realidad argentina 2010.

El país se ha empobrecido (¿dónde fueron a parar los millones de dólares que entraron al país a través de las retenciones durante 5 años de floreciente economía internacional?); es un país inseguro, con mala o ninguna salubridad, con una educación pública deficiente y una inflación creciente; ya es importador, consumidor y fabricante de droga, y el gobierno juega a las escondidas en el congreso. Ya no tiene mayorías, y no lo soporta. El que tiene que soportar es el pueblo.

La oposición acompaña. Un día es el gobierno y al otro es el arco opositor jugando un juego llamado “no dar quórum”. ¿A quien le toca la próxima semana no sentarse en el senado? Como en el Don Pirulero, cada cual atiende su juego. Mientras, la gente común, que no entiende de reglamentos legislativos, ni de procesos judiciales, no sabe cómo llegar a fin de mes.

El poder judicial, generalmente vacío de justicia, es obligado a participar del juego. A veces se inclina para un lado, y a veces, dependiendo de las presiones, que son muchas, falla para el otro. Los dados vienen cargados y caen, como todos los dados, de acuerdo al azar. Mientras, la inflación 2010 se calcula entre el 25% y el 31%.

Cuando las reservas del BCRA están en juego (son los ahorros de los argentinos para defender el valor de la moneda), el congreso discute si se deben participar, o si no hay que tocarlas para que no las embargue el Juez Griessa, o si no hay ni necesidad ni urgencia para pagar con reservas los servicios de la deuda. Pocos son los que sostienen que las reservas no se tocan. Mientras, a los jubilados sólo se les aumentó un paupérrimo 8%, que no alcanza ni para los remedios.

En el congreso se preguntan si Marcó del Pont es apta o no para dirigir al BCRA, y la dejan hablar, pero no le preguntan nada, ni siquiera cómo pretende dirigir un banco cuya función esencial es defender el valor de la moneda, cuando ella no cree en esa premisa. Mientras, ya hay mucho más de un 30% de argentinos pobres y la mitad de ese porcentaje, es indigente.

En el congreso discuten si se coparticipa más el impuesto al cheque, para disminuir la excesiva presión del ejecutivo sobre las mendicantes provincias, pero no se discute lo esencial: no debe existir el impuesto al cheque si se quiere tener una economía formal y en blanco. El congreso le debe a la nación una ley de coparticipación federal desde 1996. Mientras, según la ONU, Trinidad y Tobago tiene más cloacas que Argentina.

En el senado intentan discutir, pero les resulta imposible hacerlo. El oficialismo no baja y si lo hace es porque tiene quórum propio. Tratar de poner en orden cronológico los excesivos disparates del ejecutivo, el legislativo y el judicial en este último trimestre, es casi una misión imposible.

No sólo imposible, es increíble en un país que se suponía civilizado. Y sin embargo, a golpes de excesos, sucedió. La realidad superó toda fantasía.

La jueza Sarmiento paralizó el uso de reservas, Marinelli que la reemplazó, compartió el fallo. Una cámara lo corroboró. Cristina dio de baja el DNU 298 al inaugurar las 128 sesiones ordinarias del congreso. Haciendo pito catalán a diputados y senadores, mandó otros 2 DNU, uno de ellos casi un clon del 298. Mientras, en el NEA, los indígenas tienen hambre y están enfermos, sin posibilidad alguna de ser considerados ciudadanos argentinos, con los mismos derechos que los demás.

Al mismo tiempo, Marcó del Pont, sigilosamente abrió una cuenta en el BCRA por US$4.200 millones a nombre del ejecutivo. El arco opositor acudió al poder judicial, la jueza (Rodríguez Vidal) falló a favor de los denunciantes. Cristina se metió con la vida privada de la jueza. Mientras, en los hospitales del norte argentino hay muchas más cucarachas que pacientes.

Pichetto gritó que no había que judicializar la política. Como no le gustó el fallo de la jueza, llevó el caso a la justicia. El caso le cayó a Marinelli. Este se recusó (forma parte de atacada vida privada de Rodríguez Vidal).

Le tocó el caso al juez Leiva Pico. Se lo sacó de encima y se lo devolvió a Marinelli. Pichetto indignado, amenazó a Leiva Pico con un juicio político si no se hacía cargo del tema con rapidez. Obediente, Leiva Pico le dio la razón a Pichetto. Mientras, Argentina, es el país que ha involucionada más en los últimos 15 años en educación pública.

Como frutilla del postre, 27 años después de reiniciada la democracia, el gobierno K descubre que el padre de la jueza Sarmiento (que osó contradecir a Cristina), el Coronel Luis Sarmiento (85, con Parkinson y en silla de ruedas), ha sido un “terrible y monstruoso represor”. Lo asegura Eduardo Luis Duhalde, que ya lo juzgó y condenó.

Es mucho. Es demasiado. Es excesivo.

Los K reaccionan de la única manera que conocen, atacando. Y tienen todavía mucho poder de fuego, una inagotable inventiva y una imperiosa necesidad de mantenerse en el poder, porque les gusta el poder y porque necesitan fueros para seguir en libertad.

El arco opositor votado el 28/6/09, hace lo que puede. Y puede poco. Es como una pelea entre profesionales y amateurs. Y la gente no entiende. La gente los votó para que le pusieran límites a los K y los K están cada día más ilimitados y más excesivos.

El arco opositor hace lo que puede, la tiene difícil ante los K y complicada entre ellos. La gente no entiende. La madre de un chico que no tiene lugar en el colegio del barrio, la que no puede comprarle los cuadernos porque la plata no le alcanza, no entiende. Ella votó otra cosa.

Las madres del paco, los que comen con suerte una vez al día, los que se arrastran buscando un trabajo que no encuentran, los que trabajan por sueldos de hambre en negro, los que no están defendidos por ningún sindicato, esos, no entienden, votaron otra cosa.

Los que no pueden lidiar con los aumentos, los que no tienen porqué conocer los entretelones de los tres poderes, todos ellos saben que la pareja presidencial, en un año de crisis económica mundial, ha podido aumentar su patrimonio oficialmente en ¡$5 millones!

Hay excesos que actúan como cachetazos y son más difíciles de tragar que la merluza a $12,50 que promociona Cristina.

*RAE: Diccionario de la Real Academia Española

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