Héctor Méndez tendría que superar algunos cuestionamientos internos

Por Marcelo Bonelli

Héctor Méndez, el titular de la Unión Industrial, ratificó ayer que asistirá el miércoles próximo al encuentro de los hombres de negocios que apunta a elaborar un documento conjunto del movimiento empresario de tono crítico.


Clarín confirmó que el líder fabril se comunicó otra vez esta semana con Hugo Biolcatti y Jaime Campos, y los tres ratificaron la reunión para intercambiar ideas con el objetivo de avanzar en una acción conjunta. El trío resolvió confirmar el encuentro, pero bajarle la expectativa pública. Quieren evitar interferencias que aborten la iniciativa y traben la propuesta.

Hasta ahora, tanto en la Sociedad Rural Argentina como en la poderosa Asociación Empresaria Argentina, se elaboraron algunos "paper" con distintas ideas fuerza que podría tener una declaración conjunta. Entre estas se encuentran:

Un llamado a la cordura y un pedido de diálogo frente a la escalada de agresiones que surgieron de la Casa Rosada. Una defensa fuerte de las instituciones democráticas. En especial, una defensa de la división de poderes, así como de la necesaria independencia de la Justicia y el Parlamento.

Un reclamo para que el Gobierno reconozca los problemas actuales e instrumente correcciones a las desviaciones macroeconómicas que generan inflación.Una advertencia sobre las serias complicaciones que puede ocasionar una puja precios-salarios.

Así -de concretarse- este sería el tercer documento en igual dirección de importantes sectores sociales. Primero fue la Corte Suprema, después la Iglesia y, ahora, el movimiento empresario integrado por la Mesa de Enlace, la AEA y la UIA.

Antes, Méndez tendría que superar algunos cuestionamientos internos. El líder fabril -en esos diálogos previos- advirtió que tenía un frente interno complicado y que cualquier documento debía superar el filtro político de la UIA. El martes, Méndez tuvo que enfrentar una fuerte ofensiva contra la iniciativa. En la UIA no objetan la cuestión de fondo: la posibilidad de impulsar un documento conjunto del movimiento empresario. Pero -en cambio- la mayoría no comparte acompañar una movida política que lidere públicamente Biolcatti.



En la UIA no le perdonan todas las críticas y facturas que el jefe de la Sociedad Rural hizo contra los dirigentes fabriles. Tampoco quieren ir detrás de un líder rural, que tiene una imagen muy confrontativa con la Casa Rosada. Biolcatti intenta bajar los decibeles y aclaró: "No vamos a ser lo mismo que los Kirchner; vamos a llamar a la cordura." Esa posición se la comunicaron a Méndez influyentes dirigentes fabriles. Carlos Garrera -de la Federación Industrial de Santa Fe- fue el más duro y habló de fractura fabril si Méndez continuaba las negociaciones con Biolcatti.



La cúpula que lo acompaña en la UIA decidió no concurrir al almuerzo que Méndez había organizado con Débora Giorgi. Las notables ausencias han obedecido directamente al malestar que existe con la ministra y nadie quería quedar dando un aval fabril cuando Giorgi puja por reemplazar al desgastado Amado Boudou.



Néstor Kirchner responsabiliza al ministro por la crisis política que originó el Fondo del Bicentenario y provocó un fuerte desgaste al Gobierno. También por anuncios incumplidos del canje de deuda, Hace una semana, Boudou volvió a decir que a la brevedad la SEC de EE.UU. aprobaría la transacción, y ahora todos hablan de una nueva postergación hasta abril. Boudou viene haciendo anuncios exagerados desde que asumió, pero ninguno cumplió. Ahora el bloque del Peronismo Federal investiga si esos anuncios al voleo de Boudou intentan generar expectativas positivas para beneficiar a un banco privado tenedor de ciertos específicos bonos. Pero la propia impericia para avanzar en el canje es un salvoconducto para el ministro: está decidido que nadie va a tocar a Boudou, mientras esté abierto y pendiente de normalización el trámite de la deuda en default. El traspié político en la UIA de Débora Giorgi le quitó espacio.



Cristina Kirchner piensa en la promoción de Diego Bossio, un joven economista de extrema confianza. Así se lo comentó en la reunión reservada de los principales economistas de la City. El lunes se evaluó la crítica situación actual. Estaban los veinte profesionales más prestigiosos, desde Bernardo Kosacoff, hasta Daniel Artana, Miguel Kiguel y Daniel Marx. Existió un convencimiento de todos: la turbulencia política y los propios errores del Gobierno son los que enturbian el buen desempeño económico. Esa nebulosa se refleja en una inflación creciente. También coincidieron en una cuestión: la pelea política apunta a dirimir cómo y quién tomará las decisiones hasta el fin del mandato de Cristina Kirchner. Está claro que el matrimonio presidencial quiere minimizar al Parlamento y administrar todo solo, con decretos y vetos. La propuesta puede generar un deterioro en la gestión, que también tendrá impacto en la economía. Para esos economistas es evidente que, hasta ahora, el bloque opositor falla en poner límites a ese proyecto. Pero para todos el problema es la inflación. Por un lado golpea a los sectores más populares y, por el otro, complica el deseo de estabilizar el dólar. Coincidieron en una cuestión paradójica: si la inflación avanza, el BCRA podría estar obligado a devaluar -para mantener la competitividad- aún con fuerte ingreso de dólares.



Ahí se conoció un dato explosivo, que conmocionará al mercado petrolero local. En medio de la crisis de la nafta, existe una negociación secreta: Carlos Bulgheroni negocia la incorporación de la segunda petrolera china, CNPC, a la petrolera Pan American Energy.